jueves, 25 de junio de 2009

CONCIERTO DE VIOLONCHELO Y RECITAL DE POESIA


A r t e


Belleza



Literatura



Música


Creatividad


Concierto – Recital

Violonchelo – Poesía


En abierto y acústico.


Jueves
2 de julio 2009

A las 19'30h


Biblioteca de la Muela

lunes, 8 de junio de 2009

CHARLA DE BOOKCROSSING

La fotografía y el relato que comparto en esta entrada pertenecen a Bárbara Cobo Cuenca, conocida en círculos literarios como Frantic. El año pasado el relato y este año la fotografía, fueron premiados en sendos concursos que organizó Bookcrossing. ¡Enhorabuena!
Al principio de este mes estuvo en la Biblioteca de La Muela informando sobre Bookcrossing en un programa de radio al que nos invitó Noemí Insausti, de Radio La Muela.
La intención de Bookcrossing (BC) es coseguir una librería mundial, en la que los libros van y vienen y los participantes, los beceros, además de liberar libros, comentan sobre ellos en la página de Bookcrossing: www. bookcrossing-spain.com.
Desde aquí os animamos a conocer Bookcrossing, actividad que promueve la lectura y favorece las relaciones humanas, en cualquier pais del mundo.

Fotógrafa: Frantic (Ciudad Real, mayo 2009 *)

*2º Premio I Raid Fotográfico Bookcrossing-Spain






Después de tanto tiempo, no esperaba volver a tener noticias tuyas. Es más, me sorprende que aún tengas mi número de teléfono en tu móvil, después de tanto tiempo.
Después de tanto tiempo, no imaginaba que me volviesen a temblar las rodillas ante la perspectiva de volver a encontrarme contigo; y es que terminamos tan mal que siempre pensé que nunca iba a saber nada más de ti, al menos, esa era mi intención.
Pero hoy, después de tanto tiempo, casi me atraganto con el sandwich del almuerzo cuando, al oír sonar el móvil, que siempre dejo en el primer cajón de la mesa del despacho, he visto tu número, sí ése que borré en seguida pero que aún sé de memoria después de tanto tiempo.
Tras colgar, me quedo un rato mirando al vacío mientras pienso “¿a qué viene esta llamada?, “¿por qué a mí precisamente?”, “despierta, Andrea, seguramente tu nombre sea el primero que aparezca en la agenda”. Claro, que si aún no me has borrado, igual todavía sigo apareciendo como “amor mío”, después de tanto tiempo.
El caso es que decido ir a verte -después de tanto tiempo, aún soy incapaz de negarte nada- por lo que cojo el abrigo y el bolso, cierro el despacho y dejo recado a la telefonista de que me ausentaré durante el resto de la mañana.
Entro en el coche y, mientras arranco, pienso en cómo llegar al lugar en el que me estás esperando. Está en la otra punta de la ciudad y el tráfico, a estas horas, está imposible. En fin, ya llegaré; no creo que te importe que, por una vez, después de tanto tiempo, seas tú quien me tenga que esperar. Siempre he sido yo quien, por tu eterna manía de quedar siempre lejos de mi casa o de mi trabajo, tenía que salir una hora antes para, al final, tener que pasar un buen rato esperándote. Supongo que mi afición a la lectura viene de entonces.
Entre semáforos en rojo, frenazos, acelerones, pitidos de conductores histéricos y gritos de peatones estresados, voy recorriendo la distancia que nos separa. Después de tanto tiempo, no había vuelto a pensar más de un segundo en ti y, es en este preciso instante, cuando me vienen a la cabeza esos pequeños detalles que la mente guarda sin saber por qué, como esos tesoros que, de niña, se guardan en una caja de galletas: tu forma de liar los cigarrillos, tu cara de asco en la primera vez que te llevé a comer sushi, la manta de cuadros donde duerme tu perro, la entrada del concierto de Héroes del Silencio que sigue clavada en el mismo corcho donde tienes la lista de la compra, los teléfonos de la pizzería y del veterinario, la postal que te mandé cuando estuve de congreso en Amsterdam y la foto que nos hicimos en Montmartre; el disco de The Cure que me regalaste y que no he vuelto a escuchar desde que rompimos, el cenicero que mangamos en aquel bar después de aquel Barça-Madrid en el que le tiraron una cabeza de cerdo a Figo, el atracón de ensaimadas que nos dimos en Ferreries…
Recuerdo a recuerdo, he llegado al lugar de nuestra cita. Aparco como puedo y pregunto por ti. Como es costumbre ahora al entrar en un centro oficial, enseño el carné y paso el bolso por el escáner. Un amable señor me presenta a un compañero suyo y se ofrecen a acompañarme a donde tú estás.
De repente, te veo allí –no por haberlo esperado me impresiona menos- y no sé que decirte. La verdad es que, después de tanto tiempo, tienes mejor aspecto de lo que yo pensaba, pero no me atrevo a acercarme más, ni mucho menos a tocarte.
No esperaba que, después de tanto tiempo, pudiese llegar a emocionarme hasta las lágrimas tal y como me está pasando. Pero aguanto el tipo, ahora sé que éste va a ser de verdad nuestro último encuentro y no voy a volver a llorar delante de ti.
Inspiro hondo y, al exhalar, escucho la voz del amable señor que me ha acompañado hasta aquí:
—Y bien, señora Medrano: ¿reconoce este cadáver como el de Elena Marco Cardiel?
—Sí –respondo- es ella.
(Zaragoza, febrero 2008 *)
(*) Relato ganador del I Concurso de Relatos de Bookcrossing-Spain
Publicado por frantic en
12:41 PM Etiquetas:
4 gotas en la redoma




viernes, 5 de junio de 2009



Mañana 6 de Junio comienza la semana de fiestas en honor al Patrón del pueblo de La Muela, San Antonio de Padua, de quien dice la tradición católica que se encarga de encontrar novio y objetos extraviados.
Ana Cristina Mateo, como concejal de cultura, se dirige a los vecinos de La Muela en una bonita y positiva carta y pide, en estos tiempos difíciles, que disfrutemos de las fiestas en práctica de buena convivencia. Así sea.
¡Felices Fiestas!
Y cuando necesitéis venir a la Biblioteca, nuestro horario no cambia en la semana de fiestas. Os esperamos.